8/10/2014
Haciendo la marcha por la sierra de Aitana se observaban
unos pueblos en el valle y hoy he estado en uno de ellos que es muy visitado.
Nada más llegar a GUADALEX se ve que está encaminado al
turismo por lo que la mayoría de las casas se han convertido en tiendas que
abarcan desde artesanía de cerámica, cuero (cinturones) hasta recuerdos con
gran variedad de motivos que no son específicos de la zona.
Estas casas están totalmente restauradas y es difícil
encontrar algún detalle de antigüedad conservado.
Subiendo a la antigua zona amurallada podemos tener la
posibilidad de disfrutar unas preciosas vistas de las sierras que la rodean.
Traspasamos la entrada, al antiguo recinto fortificado, que aún se conserva
Y enseguida nos encontramos con la casa Orduña que es
preciso visitar (y pagar la entrada) si se quiere acceder a los restos del
castillo y cementerio.
Dejo algunos recuerdos de esta casa, que recomiendo
recorrer, porque hay en las distintas habitaciones detalles de cómo era la vida
en una casa burguesa del siglo XIX
Con esa silla-reclinatorio sencilla, la mecedora para el
niño, el mueble para hacer las necesidades y el benditero labrado en el mismo
pasillo ascendiente que va hacia una sala desde se podía oír los actos
religiosos de la iglesia vecina.
Especialmente atractivo para mí fue la cocina y la despensa
Con ese contador de ropa para hacer la colada.
Y no dejar de salir a un pequeño patio desde se tiene una
vistas excepcionales
De camino a los muy reducidos restos del castillo se tiene
la posibilidad de admirar el entorno
Un via crucis con bastante estilo a lo largo del camino al
cementerio
Y desde ese lugar pude alcanzar a ver una veleta que creo
merece dejar constancia de ella
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